lunes, 31 de octubre de 2011

Conclusión

La igualdad de oportunidades para todos, cualquiera sea su raza, religión, color de piel, cultura y tradición, será un factor de progreso para un mundo cada día más globalizado donde la necesidad impone la diversidad de criterios para ampliar los horizontes. Pero para que el mundo logre desarrollarse de forma amplia, es necesario que se enriquezcan notablemente las relaciones humanas en todos los ámbitos.